martes, 23 de octubre de 2007

No se cuelguen de Los Pumas


No tengo afiliación política y ni siquiera vivo en el país, así que tal vez debería guardarme mi opinión, pero ya que el derecho a expresarse vale para todos, se los digo igual: es una vergüenza que los KK se cuelguen de la admiración de un pueblo por sus deportistas, en la semana previa a las elecciones. Entiendo que es una cuestión de protocolo y que Pichot tenía que posar para la foto, pero lo de la candidata oficialista ya me está dando algo de asquito.

Un cuento que me robé de un foro de La Nación:

Un tipo entra a un restaurante de última generación y sale a recibirlo un robot, perfectamente vestido de maître, que le dice: -"Lo siento señor, pero todas nuestras mesas están ocupadas y tendrá Ud. que esperar una media hora. Estoy muy bien programado y, si usted lo desea, mientras la casa lo invita a una copa en la barra, podemos conversar un poco para que la espera sea más agradable". -"Bueno... de acuerdo", contesta el cliente sorprendido. -"¿Le importaría informarme cuál es su coeficiente intelectual?", pregunta el robot-maître, y el cliente, sobrador, responde: "Es de 160" Durante los treinta minutos siguientes el robot dialoga con soltura y amenidad sobre los últimos acontecimientos culturales, analiza las previsibles tendencias de la economía mundial y se refiere a los más recientes avances científicos y tecnológicos. El cliente queda muy impresionado y al cabo de unos días decide volver para ver cómo reacciona el robot, pero ahora diciendo que su coeficiente intelectual era de 95. El robot estuvo los treinta minutos de espera comentando el desarrollo del torneo de fútbol, los triunfos internacionales de algunos tenistas y también los últimos programas de "Gran Hermano". Lleno de curiosidad, por tercera vez vuelve a los pocos días y, cuando el robot se lo pregunta, le dice que tiene un coeficiente intelectual de 50. Entonces, el robot comienza a hablar lentamente, y en tono confidente le dice: -"Así que volveremos a votar a Kirchner, ¿no?"