Brainless

El espacio en blanco, el terror de todo escritor (o pseudo-escritor) que se precie, la horrible sensación de que un monito circense más o menos entrenado podría tener más ideas si lo sentaran frente a un teclado. La pregunta más temida: y qué hago si no se me ocurre nada? Y los qué vuelven a diario esperando encontrarse con algo medianamente inteligente? Egocentrismo infundado, sin duda alguna. Inteligencia? Y quiénes dependen de nuestra creativa pluma?.
Cosas que pasan por la cabeza de algunos bloggers, bichos raros si los hay. Gente que empezó a escribir pensando que tenía muchísimo por decir, y que después de un tiempo se da cuenta de que su hemorragia verbal termina en la mesa del café, en lo mundano y lo superficial, en la grandilocuencia vacía.
Hay algo más patético que no tener nada para expresar? Tal vez el no saber escuchar a los que sí tienen algo que contar.
Y entonces? Para que llenar páginas con ruido? Con pavadas? Con el video que "descubrimos" en un blog vecino, que viene dando vueltas y material desde hace un año a una banda de locos cuyo único talento es el poseer una computadora y una conexión a Internet?
El Blog es el gran terapeuta de estos últimos años, el espacio donde podemos dar rienda suelta a nuestra incoherencia bajo la pátina del humor y la opinión, y sin sufrir el escrutinio de los que saben quienes somos; por alguna extraña razón, escribir algo que se publica tiene el valor agregado de dejarnos afuera del ridículo, le da prestigio a nuestras modestas veleidades.
Y todo esto para decir que no tengo nada que decir? Me estaré yendo al carajo?