Discriminación en Canadá

Tal vez el título correcto para este post debería haber sido "Discriminación en Alberta", ya que estoy escribiendo desde la experiencia personal y es esta la provincia en donde más tiempo he vivido. Sin embargo, de alguna manera y con sus matices, es representativa de lo que pasa a nivel nacional.
Volviendo al tema que nos ocupa, qué nivel de discriminación tenemos en Canadá? No me voy a preguntar si la hay o no, parto de la base de que sí existe, aún si no lo hace en un grado alevoso. He tenido la suerte de no sufrirla en forma directa, pero después de algún tiempo en este país, y muy gradualmente, uno aprende a percibirla.
Afortunadamente, es bastante sutil. Es muy rara la violencia racial o xenófoba. La discriminación en Canadá es más bien solapada, de puertas para adentro, nunca (o casi nunca) es explícita. Una sola vez en casi seis años me tocó escuchar a un individuo en el tren murmurar por lo bajo "malditos chinos" (traducción soft), refiriéndose a una pareja de origen filipino que venía conversando animadamente en su idioma natal. Es que muchas veces, la discriminación va de la mano de algo casi peor: la ignorancia.
A continuación una clasificación de como veo yo el asunto, que gira sobre todo en torno a lo racial y a lo cultural.
He visto discriminación:

1) Del Canadiense hacia el Indígena: si bien oficialmente los First Nations han sido reconocidos en sus derechos, el promedio de la gente los mira con malos ojos. El estereotipo del aborigen alcohólico y holgazán prevalece sobre cualquier otra valoración, especialmente en el sector laboral. Esta es probablemente la forma de discriminación más abierta que he encontrado por parte de los Canadians.

2) Del Canadiense hacia algunas Minorías: se requiere de tiempo y mucha confianza para llegar a participar en una conversación en la que existan referencias discriminatorias hacia otras culturas. El Canadiense tiende a ser políticamente correcto, es decir, polite de la boca para afuera. Pero en el entorno íntimo, la cosa es distinta. Más de una vez (muchas en realidad) me ha tocado escuchar comentarios intolerantes hacia algunos grupos de inmigrantes; en general hacia gente musulmana y asiática, y lamentablemente, esto es bastante común.

3) Del Canadiense hacia el Canadiense: un tema en el que no voy a profundizar. Sin embargo, no siempre hay simpatía entre anglófonos y francófonos. Un asunto que merece un post aparte. También he escuchado y leído sobre casos de discriminación en la zona de habla francesa hacia gente que no domina el idioma, pero no he estado allí ni me consta, así que no puedo incluírlo como dato.

4) Del Inmigrante hacia el Canadiense: la otra cara de la moneda. Muchos inmigrantes, a pesar de haber sido acogidos y de vivir en Canadá como residentes o ciudadanos, desprecian el estilo de vida y/o la cultura canadiense. Una forma de discriminación, por decir poco, contradictoria. Mucha gente de este grupo vive aislada dentro de su comunidad y no tiene el menor interés en adaptarse o, por lo menos, aprender o mejorar su segundo idioma.

5) Del Inmigrante hacia el Inmigrante: probablemente la más detectable, y la más triste. Ya sea por enemistad entre países, o diferencias culturales marcadas, o simple estupidez, el resentimiento racial entre inmigrantes es el menos sutil de todos. Desde simple desprecio, a pandillas (gangs) organizadas, el abanico es bastante amplio en este grupo.

6) En Alberta en particular: siendo esta una provincia muy conservadora en sus costumbres, he notado cierto prejuicio hacia la comunidad homosexual. A poco de haber llegado, obtuve miradas y risitas a granel por el hecho de usar una camisa rosa en la calle, aún estando acompañado por mi esposa.

Habiendo dicho esto, y a pesar de todo lo que acabo de mencionar, quisiera remarcar algunos conceptos:

- En Canadá, en general, se viven una situación de tolerancia y convivencia envidiables para la mayoría de los países, y esto adquiere especial valor si se toma en cuenta la cantidad de inmigración que este país recibe y lo variada de la misma. La convivencia es, en general, muy pacífica.

- El inmigrante rara vez se ve expuesto a situaciones discriminatorias directas, o a intolerancia relacionada con el idioma o el origen.

- Los crímenes raciales propiamente dichos son casi inexistentes.

Por supuesto, cada uno habrá vivido situaciones distintas y tendrá un enfoque diferente del tema. Mis opiniones en esta nota son puramente personales y las expongo en calidad de observador.
Mañana me pongo otra vez la camisa rosa, y les cuento.