Respiró profundo, caminó unos pasos por la vereda angosta, y sintió que toda la energía le volvía al cuerpo.
Pero hoy no. Se levantó de la cama de un salto, desayunó y se fue silbando un tema de los Redondos que no escuchaba desde hacía años. Que buenas épocas aquellas, cuando tenía el tiempo y las ganas de ir a recitales, o de pasar una noche en vela con amigos de boliche en boliche. Se seguiría diciendo “boliche”? Se estaba haciendo viejo, no cabía duda.
Se sorprendió a si mismo vistiéndose con una camisa blanca, suelta, super informal, perfecta para una mañana de primavera; lo que dirían en el estudio cuando lo vieran llegar sin el traje y la corbata de rigor, especialmente el amargo de Gonzalez, que tipo insufrible.
Tenía la sensación de que algun motivo había para sentirse tan bien, pero no se acordaba. No se había ganado la lotería ni nada por el estilo, Boquita había perdido el noveno superclásico consecutivo, no había conocido a nadie nuevo durante el fin de semana…, o eso había sido el otro fin de semana? Iba tan ensimismado que cuando quiso darse cuenta estaba en cualquier lado menos camino al trabajo. Había llegado a un parquecito, tranquilo, bien arbolado y cuidado. Que hora era? Y si no iba a trabajar? Hace cuanto que no se tomaba un dia libre, ni siquiera un sábado? Despues llamaría a Paola y le diría que tuvo una reunion imprevista o algo asi. Ahí se dio cuenta de que se había olvidado el celular, mala suerte, la llamaría desde un público.
Se acomodó en un banco, cerró los ojos, y disfrutó
El dolor llegó sin aviso, en forma violenta, desde
Apenas sintió cuando lo levantaron entre cuatro y lo llevaron
Se despertó al rato, respiró profundo, dió unos pasos por el parquecito arbolado, y sintió que toda la energía le volvía al cuerpo.
Se sentía