Pesadilla

Seis y media de la mañana del sábado en Calgary, estoy profundamente dormido pero algo me molesta en forma insistente, tratando de despertarme. Cuando empiezo a tomar conciencia de que se trata del teléfono escucho llorar a mi hija en la otra habitación, mi esposa se levanta a buscarla mientras atiendo la llamada.

- Hola - digo todavía tratando de despertarme
- Alejandro? - pregunta una voz del otro lado.
- Si, quien habla?
- Ricardo.

Traté de despejar mi cabeza a la vez que un mal presentimiento empezaba a ganarme.

- Qué Ricardo?
- El del blog, el de Quebec..
- Qué??!!!
- Tenemos que hablar y arreglar las cosas de una buena vez (o algo así, esta es la parte que menos claramente recuerdo, ya que la ira y la incredulidad se habían apoderado de mi cerebro dormido).
- Vos estás loco? Qué hacés llamándome a mi casa y a esta hora?
- Pero no son las siete y media en Calgary? (eran las seis y media en realidad, por la diferencia que hace)
- No se, pelotudo, acabás de despertar a mi nena y a mi mujer...

Ahí atiné a cortarle. Por unos segundos pensé que estaba teniendo una pesadilla y que el blog de verdad me había afectado la cabeza. Pero no, ahora mientras escribo esto son las siete y diez, mi mujer no lo puede creer, y yo menos.

Para lo que no entienden nada los pongo al tanto: un tal Ricardo, argentino, que vive en Quebec, empezó a dejar comentarios desubicados en este blog, generando discordia entre el resto de los comentaristas. Nadie lo había llamado, pero sí hubo que pedirle que se vaya. Este comportamiento obsesivo se había repetido anteriormente en otras bitácoras de latinos en Canadá, Ricardo fue sistemáticamente echado de cada una de ellas.
Desde ese entonces instalé Sitemeter, a mi que jamás me interesaron las estadísticas del blog, solo para poder identificar los aliases y anónimos usados por este sujeto para dejar mensajes; todos venían de Quebec city, en donde reside, y todos tenían el mismo IP. Por un tiempo desapareció, hasta hace un par de días: un tal "roberto fernandez" comenzó otra vez con la misma historia. Chequeo Sitemeter, otra vez lo mismo: Quebec, y la IP de siempre. No solo eso, el tipo visita mi blog compulsivamente cada una o dos horas, todos los días.

Ahora, la llamada de hace un rato cruzó todos los límites: el de mi privacidad, el de mi familia, y el de la sanidad mental. Hay una dirección de email en mi perfil que es pública y que se puede usar para comunicarse conmigo. Este infeliz se tomó el trabajo de averiguar mi TE, llamarme a cualquier hora e interrumpir el descanso de mi familia, y todo eso porque supongo le habrá molestado el último comentario que publiqué acerca de sus intromisiones.
Cuan enfermo está este tipo? Se habrá pasado toda la noche sin dormir esperando el momento de llamarme en la mañana? Tendrá familia? Tendrá la capacidad de discernir la diferencia entre sus jueguitos en mi blog y el entrometerse en mi vida privada?
Todavía no salgo de mi asombro. Tengo su teléfono, quedó registrado en el caller ID. Voy a averiguar exactamente de quien se trata y tambien voy a averiguar si puedo dejar alguna constancia legal de su llamada. Exagerado? Tal vez, pero si este muchacho tiene problemas mentales nadie me asegura que la próxima vez que le afecte algo que escribo, me golpee la puerta de mi casa.

Ricardo, no me escribas, no me dejes mensajes bajo seudónimos, y por lo que más quieras, no se te ocurra volver a llamarme. Estás enfermo, andá a hacerte tratar. No podés irrumpir la vida privada de gente que no conocés, que no te dió su teléfono y que no quiere hablar con vos. No publico tu número telefónico acá para que los lectores se diviertan llamándote a cualquier hora, porque por ahí, a pesar de tu trastorno mental, tenés familia, y no tienen la culpa de lo que vos hacés. Pero si esto que estoy escribiendo te da al menos un poquito de verguenza, desaparecé.

A los lectores del Blog les pido disculpas. Pero esto me colmó. Entra en vigencia la moderación de comentarios, y cuando me tranquilice, veré que hago.
Que pasen un buen fin de semana.

Update - 18 de Enero

Un amigo de Ricardo se adjudicó los comentarios a nombre de roberto fernandez, y nobleza obliga, debo decir que no fue Ricardo quien los hizo (aunque todavía no entiendo por qué coinciden los horarios de las ip en ambos comentarios). Pero como le expliqué a esta persona, eso cambia poco y nada el asunto. No justifica el comportamiento de Ricardo en este Blog meses atrás, ni el hecho de que se haya tomado la libertad de llamarme a mi casa y molestar a mi familia, sigo considerando eso imperdonable y fuera de cualquier límite razonable.
Gracias.