Kiss my...Ears

No podía dejar de publicar al menos una breve reseña del concierto de KISS de anoche en el Pengrowth Saddledome de Calgary. Como siempre, me tocó ir solo, aunque esta vez me encontré allí con Omar, un amigo que también fue al recital.
Abrió Buckcherry, un grupo que está bastante de moda y que aborrezco con toda mi alma, aunque debo admitir que lo poco que llegué a escuchar al arribar al estadio no sonaba tan mal.
En el intermedio, una corrida al baño, una cerveza con Omar y finalmente, a acomodarme en mi butaca para disfrutar del show. El lugar estaba llenísimo y abundaban los disfraces pintorescos, como de costumbre. Para resaltar, un pibe que estaba igualito, hasta el último detalle, al Demon; una chica vestida de Paul Stanley con tal perfección que, al igual que su ídolo, no llevaba nada arriba, solo unos tiradores (lamentablemente se la llevaron por la fuerza en pocos minutos), y Shannon, la bella, bailando y cantando en la consola de sonido, sacando fotos a todo el mundo y disfrutando como si fuera la primera vez que viera a su marido en escena.



Los primeros temas no sonaron bien, pero todo fue mejorando con el correr de los minutos. En dos horas y media casi sin interrupciones repasaron tanto los clásicos (las versiones de 100.000 Years y Black Diamond me parecieron excelentes) como las principales canciones de Sonic Boom, el album nuevo.
Sonaron ajustados y musicalmente, muy bien. Eric Singer y Tommy Thayer (cantaron un tema cada uno) se desempeñaron a la altura de las circunstancias, a Gene Simmons se lo vió muy sólido tanto vocalmente como en cuanto a sus habilidades de showman, y Paul Stanley, carismático como siempre, con la voz no tan entera como unos años atrás, pero hay que recordar que anda por los 60 y la verdad, no se le nota (creo que se debe hasta teñir los pelos del pecho, el tipo).
Con respecto al show en si, nada nuevo, vienen repitiendo el mismo acto sin muchas variantes desde...siempre. Simmons escupió fuego y sangre, Stanley voló hasta el centro del estadio, se escucharon muchas explosiones y hubo fuegos de artificio. Good same old, que es en definitiva lo que vamos a ver los fans.
En pocas palabras, un recital que valió la pena de una banda legendaria, que no se si me dará la oportunidad de verlos otra vez en vivo. Yeah...baby.



Fotos: El 22 (click para ampliar)