Desde el nacimiento de este Blog, les he relatado mis experiencias en este país; y en varias oportunidades, les he hablado de sus bondades. Sé que muchos de los que leen este espacio esperan encontrar algunas respuestas a sus inquietudes migratorias. Por eso hoy les presento el lado menos amable
- La delincuencia no tiene límites. Desde grafitis en las paredes hasta peatones cruzando la calle por la mitad de la cuadra, pasando por gente que no recicla su basura. Todo esto hace ver una salida nocturna por Fuerte Apache o Villa Palito
- El 70% de los conductores de automóviles son…sí, prepárense…..mujeres!!!! Ahhhhh, el horror!!! (sobran las explicaciones).
- Este es un país en el cual la letra ñ no existe. Imagínese si Ud. se llama Muñiz, o Betoño,
- Y
- La injusticia! Si Ud. es inmigrante, un poco vago y no habla una palabra de inglés, no le van a dar el trabajo que se merece. Olvídese de ser gerente de una compañía petrolera, de que lo llamen Doctor Ramirez (aunque no tenga ningún título que lo avale), o de ser presidente. Probablemente los muy ingratos lo manden a trabajar a Walmart o a Starbucks, eso si, con un buen salario y beneficios. Que crueldad.
- Y hablando de doctores; si Ud. es abogado y encima argentino, probablemente lo traten de Señor. Ofensa inimaginable si las hay!! Nuestros abnegados leguleyos, que tanto sudor y empeño pusieron en sus tesis para que les digan Doctores (si, igualito que a los médicos, que a esos sí les regalan el título).
- El vino es carísimo. Y ni hablar de la cerveza y los cigarros!! Y olvídese de pegarle a los niños, probablemente termine en la carcel.
Y si todos estos argumentos no lo asustaron ni lo convencieron de no venirse a este lugar tan jodido, me guardé lo peor para el final. En Canadá, señores, se trabaja. No, entiéndanme, no solo se va a trabajar, sino que pretenden que se trabaje todo el tiempo!! Nada de siestas, ni de almuerzos de dos horas y media en su casa, ni de faltar porque no se recuperó de la borrachera de anoche, lo harán trabajar
En fin, los tengo que dejar. Hace una hora que estoy escribiendo para el Blog, y mi jefe insiste en que me ponga a hacer algo. No les digo? Acá no se puede vivir!